COUCHSURFING>>> VIAJEROS QUE UNEN SUS SUEÑOS Y RECORREN NUEVOS CAMINOS.
En algún momento de nuestras vidas nos hemos preguntado para qué o por qué venimos a este mundo o por qué es que nos pasan ciertas cosas?
A mis 21 años he afrontado muchas cosas. A veces uno cree que todo lo peor te puede suceder, cuando de pronto, algo cambia en tu caminar y te das cuenta que lo tuyo no es nada.
Experiencia compartida
En el transcurso de mis viajes los cuales la mayoría fueron con amistades- siempre he compartido muchas cosas en cada travesía: desde la ropa, el colchón… hasta el pan del día; y fue entonces que encontré la respuesta a todo esto es que nacemos para ello; para compartir, para ayudarnos entre nosotros, y así dejar un testimonio en cada persona que pasa por nuestras vidas.
En busca de esta experiencia fue que llegué a un mundo donde realmente cada día me convenzo más de que sí existe gente buena, desinteresada, solidaria. Gracias a un amigo con quien compartí un hermoso viaje, fue quien me dio a conocer de una gran comunidad internacional llamada Couchsurfing, a la cual sin pensarlo dos veces, me animé a ingresar.
No es tanto una cuestión de ahorrar dinero, porque definitivamente se logra ello viajando de este modo, más que ello es conocer de cerca cómo es la gente de la localidad a la que visitas ya que es allí donde esta esencia. Como diría Carlos, un gran amigo chileno- " hay tres cosas que tienes que disfrutar de un viaje: el paisaje, la comida y su gente; las dos primeras las puedes conseguir con un poco de dinero, pero la gente... nada mejor que convivir con ellos y eso no tiene precio"... le doy toda la razón.
Es así que mes a mes voy compartiendo mi hogar, nuestras costumbres, nuestra comida y distintas experiencias con tanta gente de todo el mundo, lo cual me trae mucha satisfacción y alegrías ya que sé que en un futuro cuando tenga la oportunidad de visitarlos, ellos también me recibirán con los brazos abiertos.
Han pasado varios meses desde que soy parte de esta comunidad, por la cual he viajado y aprendido mucho, y poco a poco me he convencido de que realmente esa es una de nuestras misiones en la vida: compartir. Con un poco de confianza se arman grandes y fuertes lazos de amistad, y definitivamente, me atrevo a decir de que, a pesar de muchas injusticias y crudezas de esta sociedad, existe gente buena, de gran corazón; que tan solo con un poco de voluntad, podemos compartir lo que tenemos y siempre...siempre habrá alguien que está dispuesto a darnos la mano.
Delia Silva Santiago
No hay comentarios:
Publicar un comentario