miércoles, 30 de noviembre de 2011

Casa Hacienda Laredo, una joya del turismo industrial...

Hace unas semanas pude leer unas crónicas de viaje de Rafo león en donde se nos invita a realizar un recorrido por un circuito denominado de las “Haciendas azucareras del norte del Perú”, pero como Laredino, me toca hacer una crítica porque no es posible que se obvie la tan bella casa hacienda Chopitea.La historia de este monumento histórico data de los primeros españoles que llegaron a nuestra ciudad, estas tierras fértiles (antes denominado valle de Nazape) les fueron encomendadas al alférez español Don Nicolás de las Cuevas Quebrado, quien inteligentemente decide fundar la hacienda San Nicolás del Paso y mandar a construir su casona al margen derecho del canal pre inca de la Mochica (uno de los brazos del rio moche). Esta primera edificación se calcula data del año 1624, luego vendría el capitán español don Gaspar Antonio Remírez y Laredo, quien obtiene estas tierras y hace una segunda remodelación a la antigua construcción, la casa paso de mano en mano por sus descendientes. Hasta el 2 de marzo de 1867 que el minero Don Manuel Antonio Chopitea Villalobos, adquiere estas tierras y manda a reconstruir parte de lo que hoy conocemos como casa Hacienda Laredo. Ya en el año 1880, luego de haber pasado por las mejores universidades de Europa, llega a tomar su herencia el Ing. Agrónomo Don José Ignacio Chopitea, que tiene como merito: expandir los terrenos de cultivo, anexando los territorios encargados a las órdenes religiosas entre ellas Santo Domingo y La Merced, traer el más moderno trapiche y convertir a la hacienda Laredo en la más productiva del país. Este filántropo también ordena la construcción de colegios y un moderno hospital, la adquisición de el reloj de torre que actualmente observamos.
En la historia del Perú es reconocido como fundador del Partido Civilista. Su muerte fue prematura, de no haber sido así, se cree hubiera llegado a ser presidente del Perú. El legado continuaría unos años más con la nueva administración de su viuda e hijo. La crisis financiera llego en el año 35 y se vieron obligados a vender el denominado Laredo grande, el nuevo propietario seria el ingeniero alemán Don Henrique Gildemeister quien es el que remodela totalmente la casa convirtiéndola en el majestuoso monumento que es hoy. Posee alrededor de 36 habitaciones, amplios salones y jardines y una pequeña piscina para la recreación de mujeres y niños, esta casa viene anexada con un gran establo y el hospital que hasta ahora podemos observar, la torre del reloj también fue modificada. Este monumento histórico se jacta de ser la única casa hacienda con torre de reloj dentro. Por esta y muchas otras razones invito a todos aquellos interesados en hacer un recorrido por el pasado, a que visiten Laredo, está a solo 20 minutos de Trujillo; allí pueden disfrutar de un ambiente diferente, insto igualmente a los señores Rafo León y Luis Repetto, este último es el historiador encargado del proyecto, a que incluya a esta casa hacienda, porque tiene bien merecido un sitial en la historia del Perú.

Diego Bazán Calderón
diego_bc12@hotmail.com

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