jueves, 1 de diciembre de 2011

Calipuy: Perdido en el tiempo

¿Alguna vez han oído hablar de “la puya Raimondi”? ¿”Guanacos”?¿o hasta el mismo nombre ”Calipuy”? pues para ser sinceros solo las personas que estamos involucradas netamente en turismo o los de biología, botánica y demás carreras relacionadas con la naturaleza lo deben haber oído alguna vez en sus vidas. Y es que ya sean por pocas o muchas razones la Reserva y Santuario Nacional de Calipuy ha mantenido un perfil bajo desde su creación en 1981 para la conservación de la planta más alta del país y de los únicos auquénidos en el norte peruano como lo son los hermosos guanacos que en conjunto hacen de esta una de las biosferas más representativas del nororiente peruano gracias a su rica flora y fauna que hacen de este lugar único y mágico.
La Reserva y Santuario de Calipuy se localiza en la provincia de Santiago de Chuco, departamento de la Libertad y cubre un área de 60,000 hectáreas, aunque el área goza de potencial turístico, esta actividad es casi inexistente. Los únicos visitantes ocasionales son estudiantes escolares y universitarios provenientes de Santiago de Chuco y Trujillo. Sin embargo, dentro de la Reserva y Santuario se pueden realizar caminatas, ciclismo de montaña, camping, toma de fotografías, filmaciones y estudios de investigación. cosas que claro está la gente suele ignorar. Pero ¿Por qué siendo Calipuy un lugar tan atractivo para hacer una parada, no es tan concurrido? Veamos algunas causas que pueden responder a nuestra pregunta:
  • Para empezar Calipuy se encuentra en la sierra liberteña por lo que hay que tomar un bus de Trujillo (capital del departamento) hacia Santiago de Chuco la cual toma seis horas en 183 km., luego de eso tenemos que tomar otro bus que nos lleve desde Santiago de Chuco hasta la localidad de Calipuy lo cual son 46 Km. en tres horas, para terminar tenemos que caminar desde Calipuy hasta lo que es en si la Reserva y Santuario, esto nos tomara unas 4 a 6 horas más, llegando así finalmente a nuestro destino.
  • Otro punto importante es la poca infraestructura turística. Tampoco hay planes para realizar actividades de turismo organizado, ni tampoco hay señalización del lugar.
  • invasión de terrenos y presencia de ganado: luego de la etapa del terrorismo, pobladores de distintos lados del país invadieron los terrenos del Santuario y establecieron el poblado ilegal de Collayguida. Este poblado, ubicado en la parte oeste del área protegida, alberga a 70 familias, teniendo cada una un promedio de entre 15 a 20 vacas y 80 ovejas. Todo este ganado se alimenta de la vegetación del parque, además de propiciar con su presencia la quema de puyas Raimondi.
  • Falta de vigilancia y control por insuficiente personal e infraestructura: sólo hay tres guardaparques en la región.
La realidad de nuestro país es punto aparte, cuantos de nosotros quisiéramos ir mañana mismo a conocer este esplendido lugar, pero como muchos otros se convierte en un problema ya que ni siquiera tenemos un buen acceso por tierra y menos por aire, es decir estamos a la merced de las autoridades competentes el poder admirar algún día este tesoro regional. Sin embargo como un genuino estudiante de turismo día a día crece más las ganas no solo de poder apreciar este singular lugar sino también de hacer algo por esta  Reserva y Santuario y por muchas otras más que se encuentran en las mismas condiciones...

Eduardo Salinas Bernal

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