jueves, 1 de diciembre de 2011

Un Cuerpo en el Cusco

La Fuente de Energía Sagrada

El Hombre en el Cuzco
Estamos en el momento donde todas las partes del cuerpo están prestas a recibir las órdenes del cerebro, entonces el cerebro ordena subir una pequeña cuesta, después de haber pasado por todos los controles pertinentes, dados por las autoridades del lugar, los pulmones se encuentran convalecientes y todavía acostumbrándose a la altura sobre el nivel del mar en que se encuentran recibiendo oxigeno con dificultad; el sistema digestivo está en un estado alucinógeno no tiene mucho alimento pero el poco que tiene le basta, es el que más sufre en esta visita,  el corazón late a más de lo normal porque siente que algo misterioso  ocurrirá, los ojos y sus retinas ven parajes que nunca antes habían observado, se sienten confundidos, pero a la vez aventurados,  estos empiezan a ver construcciones antiguas de una cultura llamada Inca, entonces cada vez que se adentran al lugar el corazón y los pulmones empiezan a agitarse cada vez  más y más porque el cerebro así lo ordena y porque las neuronas así lo desean, es el sentir del hombre que  emerge por los poros de la piel al ver de cerca algo tan increíble, ver una ciudad construida en las entrañas de una montaña al borde de un abismo y que a su alrededor tiene imponentes  montañas plagadas de vegetación como centinelas. Al sentir el vértigo  el sistema nervioso entra en alerta, por si algo malo puede llegar a pasar, observado más esa ciudad, la piel y los vellos del cuerpo, se escarapelan y entran en un estado de meditación, es en ese preciso momento que el cerebro se queda perplejo y sólo los sentidos controlan el cuerpo, es inimaginable e inconcebible pero real, las manos se distensionan con el sonido del viento, los pies sienten que pisan suelo sagrado y todo el cansancio sumado con cada paso que dan  es cada vez mas ignorado. Por todas las terminales nerviosas habita una sensación indescriptible, en ese instante el cerebro reacciona y con él reaccionan todas las partes del cuerpo pero los ojos se quedan acongojados porque aquello que ven es asombroso y tenemos que partir, todos los órganos del cuerpo se nutren de una energía especial fantástica que así como el cuerpo de aquel hombre siente, todos los cuerpos del mundo que lo visitan pueden llegar a  sentir, pero solo ese místico lugar puede proporcionar esa energía, si quieres que tu cuerpo experimente estas sensaciones y que vibre de emoción visita el santuario de Macchu Pichu, es una experiencia única. 

Por: Diego Salas A.















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